Corría el año 1974 y un Ingeniero del Departamento de Neurofisiología llamado Alberto Caro había diseñado un equipo para el trabajo experimental del departamento que podía ser controlado por nuestra computadora CID-201-B, compatible con la PDP-8, a la que me referí en el artículo "CONCATISO. Mi primer programa.".

Por prioridades de producción el Instituto Central de Investigación Digital (ICID) no nos entregaba el que posteriormente sería nombrado como MEDICID-2 y por eso con mucha inventiva los ingenieros y técnicos de nuestro Departamento se dieron a la tarea de diseñar y construir un prototipo que nos permitiese avanzar en nuestras investigaciones, y ya en 1975 el equipo estuvo listo.

El MEDICID-1 tenía entradas salidas digitales (0/1) y entradas salidas analógicas utilizando conversores analógicos de 12 y 8 bits respectivamente. Para la comunicación con la computadora tenía digamos que una "especie de comunicación serie digital" de muy bajo nivel donde se debía controlar todo paso a paso. Nada que ver con lo que después se convertirían en los estándares de comunicación serie, como por ejemplo el RS232-C que se controla por comandos de alto nivel.

En otras palabras, el MEDICID-1 había que controlarlo en lenguaje de máquina en prácticamente todo.

Con mucha inventiva y buscando hasta el último tornillo, donde por ejemplo la diz que "partes mecánicas" se hicieron todas en plástico. Se logró "poner en marcha" este MEDICID-1, y recalco lo de "se puso en marcha" porque hubo que chequear "a mano" toda señal, todo pulso de control, toda comunicación con la computadora, la que además recordemos que solamente tenía 32 Kilobytes. Los únicos circuitos integrados de alto nivel con los que contamos fueron precisamente los conversores análogo digital y digital analógico, que obtuvimos por donaciones, al igual que casi todo el resto de los elementos.

Solamente un Ingeniero, un Técnico en electrónica, y yo como Programador, participamos en la construcción y puesta en marcha de este MEDICID-1.

Recordemos que en 1975 la producción de circuitos impresos no es lo que es hoy así que todo el equipo fue soldado "a mano". También todo el software de puesta en marcha fue programado ad-hoc en lenguaje de máquina. Estas dos cosas dificultaban la puesta en marcha porque no estábamos seguros de nada, pero logramos estabilizar todo poco a poco.

¡Cuánto hubiésemos dado por tener un Arduino de los de ahora, del 2020!. Jóvenes ingenieros me preguntan ¿Y qué voy a hacer con solo las 64 Kilobytes del Arduino? Y yo les respondo: ¡Ni te imaginas lo que hicimos con 32 Kb!.

Bueno, en otros artículos haré referencia a la programación de aplicaciones (como se llama ahora) que tuvo este MEDICID-1, y también haré referencia a los resultados que obtuvimos con él, desde una Tesis de Doctor en Ciencias hasta el trabajo experimental con gatos y monos.

Gracias por su atención,

Octavio Báez Hidalgo.

 

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